Texto 8

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La salud hay que construirla desde temprano

La vida sana empieza a estar de moda y preocuparse por el cuidado del cuerpo no es cosa de hipocondríacos sino de personas que quieren ponerse en forma para disfrutar de una vida saludable.

Calidad de vida y salud van unidos de la mano y todo lo demás, a su lado, carece de importancia. La prueba es que cada vez más gente pide o busca consejos para una vida sana. La vida sana no es un objetivo a alcanzar sino una forma de vida incuestionable que va más allá del cuidado del cuerpo.

Desde la Antigüedad los sabios ya promulgaban la importancia de una vida saludable. Cada ciudadano debía estar o ponerse en forma ya que eso era vital, a nivel colectivo, para poder defenderse de los ejércitos enemigos y, a nivel personal, para gozar de una vida sana física y espiritualmente. Hoy los cuidados del cuerpo son igual de importantes ya que la enfermedad no sabe de amigos ni enemigos. Los consejos para una vida sana siempre siguen vigentes: ejercicio físico, dieta equilibrada y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

En algunas etapas de la vida el ser humano se enferma poco, pero hay otras en que es muy frágil, ejemplo el momento de la concepción. Cualquier infección que tenga la madre, malnutrición, enfermedad no bien atendida (hipertensión arterial, diabetes), puede provocar la afectación de la salud del embrión y del feto.

Otra etapa importante es el primer año de vida. Se definen en ese lapso numerosos aspectos que están muy relacionados y se convierten en pilares fundamentales de cómo se forma el niño: motivación, alimentación, actividad, juegos. Se trata de la evolución del ser humano, que es muy rápida durante ese año.

Después llega un periodo, 20 o 30 años, en que es muy raro que las enfermedades aparezcan si se tiene un estilo de vida saludable. Con el sistema de vacunación y si no hay problemas de malnutrición, obesidad, con una vida activa desde el punto de vista físico, se construye la salud del individuo y es quizás el accidente la causa principal que limita su vida.

A partir de ese momento y progresivamente más cerca de los 50, aparecen una serie de afecciones como consecuencia de estilos de vida desfavorables al organismo, del propio desgaste que se ha tenido, o aparecen enfermedades crónicas. A los 50 años, un 50% de las personas tienen al menos una enfermedad o condición crónica, o una discapacidad. En la actualidad, al aumentar la edad, es raro que una persona con más de 80 años no tenga 2 ó 3 condiciones crónicas, lo cual no quiere decir que la persona esté discapacitada y así una hipertensión arterial bien controlada y un estilo de vida saludable, tiene un riesgo prácticamente nulo de desarrollar secuelas secundarias, como una cardiopatía isquémica o una enfermedad cerebro-vascular.

La fractura de cadera se produce después de los 70 años, porque ha disminuido la masa ósea a un nivel tal que es capaz de provocar ese riesgo. Es el proceso llamado osteoporosis. Entre los 15 y 20 años se construye la mayor densidad ósea en nuestro cuerpo y a partir de los 30 esta comienza a disminuir. Para lograr un pico máximo de densidad ósea, es muy importante la nutrición: no deben faltar en esta etapa la leche y los productos con rico contenido de calcio y en el caso de la niña, de la joven, debe tener una actividad física mucho mayor.

¿Y qué sucede? Generalmente nuestras muchachas están terminando el preuniversitario y comienzan en la Universidad y no hacen cultura física, piensan que no les hace falta pues tienen un cuerpo bonito. Y no se preocupan del ejercicio físico. Por ello ya no se desarrolla al máximo su densidad ósea y el nivel desde donde va a disminuir ese tejido óseo es más bajo.

Hay otros momentos importantes, el embarazo y la lactancia, cuando la mujer pierde mucho calcio. Si la madre o la embarazada disminuyen su densidad ósea, a los 60 o 70 años va a tener osteoporosis.

Sabido es que cuando llegamos a los 70 se pueden tomar medidas, se pueden hacer muchas cosas todavía, no todo está perdido, pero hay aspectos de la salud que pudieron mejorarse y se perdieron oportunidades importantes en la vida. El médico debe saber aconsejar, desde el punto de vista del ciclo de vida, acerca de la salud y la longevidad.

Hasta los albores del siglo XX, el ser humano vivió como promedio unos 33 a 40 años y solo durante ese siglo la expectativa de vida en el mundo aumentó 35 años por el control del proceso, salud, enfermedad y de la nutrición. El retroceso que ha dado la enfermedad ha sido muy importante y en los próximos años con todos los descubrimientos que se están haciendo seguirán retrocediendo otros padecimientos. Y va a ser posible lograr el objetivo de vivir bien 120 años.

R. Velasco Terán. “Cómo vivir cien años”